martes, 22 de mayo de 2012

Viajes trascendentales

       Los avances científicos son evidentes y prueba de ello son los objetivos, las ideas o los proyectos llevados a cabo hoy en día. El ser humano, dándose cuenta de su "insignificante" participación en el universo, quiere trascender, avanzar, evolucionar desde un punto de vista a un campo nuevo. La analogía de un tedioso viaje a casa de los familiares lejanos con la añadida recompenza de una bonita estancia, se puede transmitir al campo de los científicos encontrando métodos para llegar más allá; sin embargo el camino en coche o en tren puede hacerse interesante y valioso: precisamente así es como ven los científicos este paso quieto, pausado, hacia el más allá. Hay problemas casi en su totalidad: viajar no es tan tranquilo, atravesar el espacio es como estar en medio de una gran batalla (producto de los pequeños cuerpos que flotan al rededor de la órbita del planeta), ni siquiera conocemos métodos lo suficientemente veloces como para llevarnos a ningún sitio.
       La velocidad más rápida que conocemos nos sería insuficiente para un viaje seguro, la luz que viaja a 300000km/sg tardaría en llevarnos a la galaxia más cercana unos miles de años. Hay teorías, por supuesto, máquinas antimateria o el "casi descubrimiento" del taquión, que viaja a velocidad mínima de 300000km/sg.
       El gran problema radica en que gran parte de estas investigaciones exigen sumas ingentes de dinero, cantidades que dejarían en la bancarrota a un país entero. Pero ahí está el desafío, el avance, el progreso.

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